El Imitador

Resumen

San Fracisco de Asís, el gran imitador de Cristo, inaugura una nueva forma de sensibilidad religiosa, pero su figura también inspira grandes transformaciones en el arte y en la narrativa de la baja Edad Media. En las primeras biografías del santo y en la obra de artistas franciscanos tempranos, como Giunta Pisano, encontramos esa combinación de una meticulosa imitación de la naturaleza con un énfasis en la humanidad de los personajes y la copia de modelos clásicos, que caracterizarán luego el arte renacentista y establecerán las bases de la pintura moderna. Estos cambios van de la mano de una nueva concepción de la percepción sensorial que privilegia el rol de la vista y del tacto, al tiempo que dota a los sentidos de la capacidad de percibir la realidad en forma directa y fidedigna. El arte franciscano y esta nueva gnoseología convergen en retablos y frescos que representan la escena de la verificación de los estigmas de Francisco.

Abstract

Saint Francis of Assisi, the great imitator of Christ, inaugurates a new religious sensibility, but his figure is also inspiration for grand transformations in the visual arts as well as in the narrative of the late Middle Ages. In the earliest biographies of the saint and in the work of pioneer Franciscan artists like Giunta Pisano, one finds this combination of a meticulous imitation of nature with an emphasis on the humanity of figures, and the copy of classical models that would later characterize Renaissance art establishing the basis for modern painting. Such changes go hand in hand with new ways of understanding sensory perception that privilege the role of sight and touch, while admitting that the senses can grant access to reality in a direct and unadultered way. Franciscan art and this novel gnosiology converge in altar pieces and frescoes that depict the scene of the verification of Francis’s stigmata.